viernes, 22 de junio de 2007

La paja en el ojo ajeno...

La Iglesia condena que el Estado pretenda moralizar o imponer una moral que los sujetos no eligen, con la nueva asignatura "Educación para la ciudadanía". Reclama que no es propio de un Estado democrático tratar de adoctrinar a nadie y llama a la rebelión, por todos los medios legítimos, contra la nueva materia obligatoria en la enseñanza.

Es cierto, estoy totalmente de acuerdo en que en una sociedad que pretende ser democrática y respetuosa con las libertades, el derecho a la libertad de conciencia y al libre desarrollo de la personalidad deben ser valores protegidos, y que el adoctrinamiento y el lavado de cerebro son métodos que atacan directamente al sujeto, y, por tanto, ilegítimos.

Ahora bien, me planteo dos dudas: ¿puede la Jerarquía de la Iglesia católica críticar el adoctrinamiento? y segunda y quizás más concreta en el caso ¿puede, atendiendo a los contenidos de esta nueva materia, acusarse al Gobierno de querer adoctrinar a los niños y adolescentes? Para responder a la primera pregunta basta con adentrarse en el pasado más reciente de la institución para percatarse de la incoherencia de la acusación. La segunda tiene, quizás, una respuesta más compleja, porque requiere haberse interesado por los contenidos de la futura asignatura.

Es necesario distinguir entre valores de la ética privada y de la ética pública. Los primeros son aquéllos "propiedad" del sujeto individual, los que marcan su comportamiento y que pertenecen a su propia conciencia, a su núcleo interno, en el que el Estado no puede ni debe interferir. Los valores de la ética pública, en cambio, son los que contiene e incorpora el Estado y el Derecho, aquellos que rigen en la convivencia de la sociedad. Es decir, los valores de la ética pública no imponen una moral al sujeto, sino que son los valores que rigen la convivencia en sociedad. Los valores de la ética pública en ningún caso imponen al sujeto ser mejor o peor persona, ser tolerante, ser perverso o un modelo de felicidad; pero si prohíben la discriminación por razón de raza, sexo o religión, buscan la paridad entre hombres y mujeres, protegen la libertad de los individuos frente a intromisiones del Estado o de terceros, etc. Pues bien, estos valores de ética pública son los que busca enseñar educación para la ciudadanía.

La pregunta es ¿adoctrina el Estado enseñando estos valores? Parece evidente que no. Porque decir que sí, supondría lo mismo que decir que el Estado adoctrina cuando legisla. Pues una educación basada en los valores públicos que se desprenden de la Constitución, de las leyes y de demás normas jurídicas, es una educación prioritariamente ontológica y no deontológica (y, por ello, no supone el adoctrinamiento perverso que invoca la Iglesia).

Pero daré un paso más allá, y aceptaré que el Estado corra el peligro de estar adoctrinando con la enseñanza de estos valores. Habrá que entrar al contenido de los mismos para a qué ideario responden, si tal y como acusa la Iglesia se trata de valores laicistas y que vulneran la libertad de enseñanza y de conciencia, o si, por el contrario, responden a los valores propios de un Estado social y democrático de Derecho, inspirados en el denominador común de todos los países occidentales y desarrollados: los derechos fundamentales. ¿Alguien discute estos derechos? Como parece ser que la respuesta es no, los tomaré como un parámetro de moral pública que en ningún caso sería discutible.

Entonces, ¿qué tiene de perverso enseñar el respeto al Código de la circulación? Parece que ninguno. ¿Qué tiene de adoctrinamiento enseñar la igualdad entre hombres y mujeres? Entiendo que nada. ¿Y la tolerancia hacia otras opciones ideológicas, políticas o sexuales? Creo que es evidente que siguen siendo valores positivos y que compartimos todos.

Basándonos en lo anterior ¿en qué se fundan las voraces críticas de la Iglesia? ¿Qué teme la Conferencia Episcopal? Sólo se me ocurren respuestas más que criticables.

- Puede ser que los obispos rechacen la enseñanza de valores de tolerancia que ellos no comparten. Véase, la tolerancia a la opción sexual de cada uno, la igualdad entre hombres y mujeres, el respeto al libre desarrollo de la personalidad de cada uno y su posibilidad de elegir qué camino le hace más feliz en esta vida.
- Otra opción sería que temieran la pérdida del monopolio moral y religioso que la Iglesia Católica española ha pretendido siempre sobre este país. Valores que atacan sus dogmas, son valores que atacan directamente su autoridad moral, pues dejan en evidencia su anquilosamiento y su actitud retrógrada frente a una sociedad que avanza hacia el respeto del individuo. E insisto, la moral pública se basa en los derechos humanos, no en valores laicistas.

- También puede prever la Conferencia Episcopal una pérdida de influencia en la sociedad con la pérdida de relevancia académica de la Religión y la obligatoriedad de esta "competidora". Pero ¿es el Estado responsable de la pérdida de fieles? No, el Estado, como Estado laico, no puede fomentar ningún credo, ni perjudicarlo, así que la evolución del catolicismo en España responderá a la propia gestión espiritual y terrenal de la Iglesia.

- Y finalmente, una evolución del Estado hacia la laicidad (que no laicismo) supondría, definitivamante, la pérdida del dinero que, directamente, va de las arcas del Estado a la Iglesia Católica, y que los fieles tuvieran que sustentar, completamente, los gastos de la Iglesia. Y por la pérdida de los recursos económicos, sí que no pasa la Jerarquía Católica...

Y concluyo atendiendo a la primera pregunta que me hacía ¿está legitimada la Iglesia para acusar de adoctrinar? La Iglesia que durante tantos años fue cómplice de la imposición de la religión católica como religión oficial de la dictadura, la Iglesia que amenaza con el "pecado" al que no cumpla sus designios (¿hay castigo más grave que el pecado, que te condena eternamente?), la Iglesia que predica el amor al prójimo y que Dios nos quiere tal y como somos pero condena la homosexualidad, condena el sexo si no es para la procreación, condena el divorcio, la Iglesia nos dice que nacemos con un pecado a nuestras espaldas (¿qué complejo de culpa pretenden crearnos desde bien, bien pequeños?), la Iglesia que cree que puede exigirle a las Cortes que legisle conforme a su arcaica concepción de la moral (como hizo con el divorcio, con el matrimonio homosexual o como está haciendo con la LOE)...

¿De verdad puede la Iglesia acusar de tratar de imponer una moral?

La incoherencia me resulta evidente.


viernes, 15 de junio de 2007

Carta de Otegui a De Juana

Camarada gudari De Juana:

Egun on, ¿cómo estás? Aquí me tienes otra vez, encerrado en una cárcel españolita. ¡Qué putada tú! En un año he pasado de poder liderar este grupillo nuestro, a estar enchironao como tú. Bueno, a ti qué te voy a contar... Oye, por cierto, estás mucho mejor con unos kilitos menos, mira a ver si haces otra dieta y cuela y te mandan a Donosti de nuevo, que en el hospital te has puesto un poco fofo. Qué bien te ha cuidado la churri ¿eh? ¿os seguís dando esas duchitas y esos revolcones como en el hospital de Madrid?

Ya me dirás cómo lo hiciste, porque mi euskal-chatina me ha dicho que aproveche el tiempo en la trena y me ponga fuertecito. ¡Hay que joderse! Ya podrías haber metido menos tripita en las fotos, que ahora mi Ainhoa se piensa que en la cárcel es facilísimo quedarse hecho un pincel. Tanto tiempo libre... es que joder, del aburrimiento a uno le entra hambre y se compra sus chocolatinas, y claro, te pones con un tripón que ya ni siquiera me miran los demás en las duchas (bueno, sólo el abogado ese, Rodríguez-Menéndez, que parece que se conforma con cualquier cosa). Que uno no es que quiera que le miren, pero tengo mi autestima y a nadie le amarga un dulce, aunque sea un silvidito de un españolito fascista. Me tendré que bajar al gimnasio, pero me da una pereza... Es que claro, viviendo de las extorsiones, sin tener que ir al Parlamento vasco por lo de la ilegalización y ahora que ha fracasao la tregua, tengo muy poquito trabajo y me he vuelto un sedentario. Ya ni siquera soy el pelotari temible que era...

Y me cago en la hostia, este año me quité de la Real para hacerme del Bilbao (por lo de que han empezado a fichar españoles) y me tiene en un sin vivir. Nueve goles en propia llevamos, ¡nueve! Mira, como bajen, les declaro españolistas y ni treguna ni cojones, ¡les ponemos un comando! Uy, calla calla, que esto no es buena publicidad para un hombre de paz como yo... Pero es que lo suyo no tiene perdón. Ya ni fichando a riojanos por la geta ganamos. Deberíamos ir pensando en extender Euskal Herria a Cantabria y a Asturias y nos fichamos a De la Peña y a Villa, y con esos dos nos aseguramos por lo menos no pasar tantos apuros. Si dijimos que Navarra era nuestra para poder fichar a Urzaiz, ¿por qué no lo vamos a hacer lo mismo con éstas dos? De todas formas, ¿cómo querías que nos fuera con una mujer dirigiendo al Athletic? Yo sé que yo soy socialista y progre y todo eso, pero las mujeres ni saben de fútbol ni pueden ser pelotaris ¡cojones!.

Anda, que dónde he terminado... yo que quería acabar siendo presi de Euskadi y pasearme con el coche oficial del Ibarretxe (que tiene un Audi de la hostia) y aquí estoy. Y me han dicho que ya no nos dan traje de rayas y la bola, con lo bien que me quedan a mi las rayas horizontales, que me hacen de un delgadito... Sabía yo que no tenía que haberle tirado los tejos a la novia del Txeroki, que se ha cargao la tregua sólo para que en vez de poder echarle un kiki yo a su churri, tenga que echárselo al Mario Conde o al Farruquito, que los tengo en la celda de al lado. Hombre Farruquito con su melena y con esos bailecitos tan sensuales... le lío la ikurriña a la cabeza ¡y todo por la patria!

Me despido ya, amigo y camarada gudari. Que hoy toca cocido de cena, y por muy madrileño que sea siempre me acabo poniendo las botas (es que los "fascistas-estado-españolistas" éstos no me dejan ni hacer régimen...). En fin...

Lo dicho, un abrazoak.
Arnaldo.

PD: por cierto, ¿cómo le digo al peluquero de mi cárcel que me deje este flequillito euskaldún y graso que me gusta tanto? Es que no me consigo hacer explicar porque mi euskal-peluquero me lo hacía solo, y ahora no sé como se pide.

PD2: casi se me olvida... ¡EUSKAL HERRIA LIBRE! ¡LIBERTAD PARA LOS PRESOAKS! (lo de gora ETA sí que no lo pongo que menuda me han liado estos cabrones)

miércoles, 6 de junio de 2007

la ruptura de la tregua

Por lo visto hoy (5 de junio) temina a las 24.00 horas lo que ETA llamó "alto el fuego permanente". Es, sin duda, una noticia mala, triste, pero sólo relativamente, pues le da nombre a una esperanza que hace tiempo que venía erosionándose por las malas noticias relativas (violencia callejera, imposibilidad de la izquiera abertzale pro-terrorista -pues no todos los independentistas vascos son pro-violentos o violentos- de avanzar hacia la condena del terrorismo, un giro de la banda y su entorno hacia una política de máximos que parecía abandonada al inicio de la tregua y que facilitaba la negociación) y que se dinamitó definitivamente con el atentado en Barajas.

El cinismo de ETA y su entorno fue máximo cuando pretendió decir "aquí no ha pasado nada", una táctica dirigida a que las culpas de ruptura no cayeran sobre ella, sospecho. Un cinismo que se convirtió en una macabrería vomitiva cuando fueron capaces de disculparse y exculparse frente a las familias de las víctimas y reconocerse como hermanos del pueblo ecuatoriano por sufrir la opresión del pueblo español. ¿Qué cojones les importaría a los familiares esas justificaciones? ¿qué tipo de mente perversa puede justificar así (si es que cabe alguna justificación) dos muertes?

Y la situación, desde que Mariano Rajoy fuese durísimamente criticado desde su partido por no utilizar el terrorismo en el Debate sobre el Estado de la Nación y cambiase su posición frente a esta cuestión y el PSE se reuniese con los hipócritas Otegui y sus secuaces, se convirtió en insostenible. Las bofetadas (y las mentiras) del PP hacia el PSOE han sido innumerables y descarnadas (en algún momento deberían responder de la cantidad de basura que han vertido). Y la línea política errante e incapaz de incorporar a la oposición (ni a gran parte de la opinión pública) a esta cuestión común -como es el fin del terrorismo- del Gobierno, ha colaborado en generar una situación de desconcierto y en sembrar serias dudas sobre sus decisiones (la cesión al chantaje que supuso la huelga de hambre de De Juana, los disparatados pronunciamientos del Fiscal General del Estado).

Y es que la situación es dramática, salvo que cambien las tornas. Los primeros pronunciamientos del PP se han dirigido contra el Gobierno, y los primeros del PSOE se dirigirán contra el PP. Este es el verdadero alcance de esa enfermedad que es el terrorismo. La culpa de que ETA vuelva a su actividad asesina, extorsionadora, mafiosa y fascista-totalitaria (olvidemos romanticismos ideológicos) es de la propia ETA. Y desviar la atención o buscar culpables fuera de ella es justificar su actividad. Es decir, tratar de culpar al Gobierno de que ETA siga matando es decir que el Gobierno es responsable de la barbarie, y restarle esa misma responsabilidad a los terroristas. Y decir que la tregua no ha avanzado y que por tanto ETA matará por culpa del PP, es lo mismo que decir que un partido democráctico debe amoldar su postura a las sensibilidades de unos terroristas y si no lo hace justifica sus actos. Esto es una aberración ética.

La única y absoluta responsable de su violencia es ETA. Nadie más. Valoraciones políticas sobre la gestión de la tregua son legítimas. Pero valoraciones dirigidas a culpar a los partidos de la voluntad de ETA, es desresponsabilizar al terrorismo de su propia culpa.

Espero que, ahora que las esperanzas de paz que depositamos hace más de un año se han ido a la mierda, dirijamos la mirada hacia la única culpable y dejemos de lanzarnos mierda entre los que no creemos en la violencia como medio de hacer política... o mejor dicho, los que creemos que la violencia no es un medio para nada.